Por María Mercedes Armas (Psicóloga)
La salud mental se ha convertido en un reto a nivel global, no solo en el ámbito de la investigación, sino también de la atención a través de las diversas especialidades que puedan aportar respuestas, de manera interdisciplinaria, a la situación planteada. Por otra parte, se ha evidenciado un crecimiento en el interés y la necesidad de los países en cuanto a la necesidad de gestionar eficientemente la salud mental.
Algunos datos globales:
- Más de 55 millones de personas con demencia a nivel mundial.
- Más de 10 millones de casos nuevos de demencia por año.
- Entre el 60-70% de estos casos son por Alzheimer, la causa más común de demencia.
- La demencia y la depresión son los cuadros que generan mayor discapacidad y dependencia a nivel mundial.
- Las preocupaciones prioritarias en salud mental.
Con base en la encuesta realizada en 31 países a más de 23 mil personas por Ipsos (Global Advisor e IndiaBus, 2023) se concluye que uno de los principales focos de interés y preocupación actual está centrado en la salud mental, por encima de otros temas como el cáncer, el consumo de alcohol o drogas y el estrés, entre otros que, a su vez, están vinculados a la salud mental.
Reflejando las preocupaciones prioritarias en porcentajes, según esta encuesta, encontramos:
- Salud Mental 36%
- Cáncer 34%
- Estrés 26%
- Obesidad 22%
- Abuso de Drogas 26%
- Diabetes 16%
- Abuso de alcohol 13%
- Enfermedades cardíacas 13%
Entre los países participantes de la encuesta están: India, Canadá, República de Irlanda, Malasia, Nueva Zelanda, Sudáfrica, Turquía, Estados Unidos, Tailandia, Indonesia y Singapur; en muchos de cuales se evidenció que las personas consideran la salud mental como el principal problema de salud que enfrenta su país.
- Los trastornos de ansiedad en el ámbito universitario.
La última encuesta del Observatorio de Universidades (OBU) en Venezuela, realizada en todos los estados del país, consultando a 2.620 estudiantes y 1.131 profesores, en 42 universidades públicas y 22 privadas del país, revela algunas cifras importantes en cuanto a las condiciones de salud mental de la población universitaria.
Se encontró:
- Síntomas de depresión en un 69 % de los estudiantes y un 61 % de los docentes universitarios.
- Síntomas de ansiedad persistentes en un 51 % de los estudiantes y un 31 % de los docentes.
3. El surgimiento y aumento de trastornos asociados al uso de la tecnología:
En esta área han surgido nuevos términos para comenzar a identificar los trastornos asociados:
- Tecno adicción: Se refiere al deseo incontrolable de estar conectado de manera dependiente a la tecnología generando efectos negativos para la calidad de vida de la persona.
- Síndrome FOMO (Fear Of Missing Out) significa el miedo a perderse de publicaciones en las RRSS, debido a lo cual “necesita” estar conectado a toda hora.
- Nomofobia: (No-mobile-phone phobia) se refiere a la dependencia al teléfono móvil.
- Tecno fatiga: se refiere a la fatiga generada por la sobrecarga de información emanada del ámbito digital.
- Tecno ansiedad: Se refiere al miedopor el uso de la tecnologíadebido a los riesgos derivados de la misma, percibiéndola como una amenaza e incluso generando tecnofobia.
- Hipocondría digital: aunque aún no está clínicamente considerado un trastorno, consiste en la preocupación obsesiva por la salud que canaliza añ consultar de forma compulsiva internet con el objetivo de auto diagnosticarse e incluso a auto medicarse.
Entre los síntomas más habituales entre las personas que sufren una adicción a las nuevas tecnologías son:
- Compulsividad por comprobar el dispositivo.
- Uso excesivo de las redes sociales.
- Trastornos del sueño.
- Ansiedad.
- Compra compulsiva de las últimas novedades tecnológicas.
Con base a estas cifras se hace evidente la necesidad a nivel global y en los distintos ámbitos (personal, familiar, educativo y social en general) de la prevención, de inversión de recursos y de la promoción de salud mental a todo nivel, a fin de concienciar acerca de los factores de riesgo y los factores protectores de la salud mental, en especial dirigidos a la protección de la población infantil y juvenil que se encuentra más vulnerable.
